lunes, 27 de diciembre de 2010

Jack The Ripper: El asesino como reformador social.-

La serie de asesinatos de prostitutas en el East End, hacia finales del siglo XIX, genero dentro de la sociedad británica un intenso debate acerca de las condiciones de pobreza, inseguridad y exclusión en que vivía la población de esa relegada zona de Londres. La condiciones deplorables de higiene, falta de trabajo y educación, hizo de las calles de Whitechapel un verdadero antro marginal, donde cientos de mujeres se vieron obligadas a ejercer la prostitución como medio de subsistencia. Hasta el instante mismo, en que efectivamente se llevaron a cabo los asesinatos de Jack The Ripper, esta situación había pasado relativamente desapercibida para los sectores de la clase media y alta de Inglaterra, y fue recien a partir de ese momento, en que la población, siguiendo los pormenores del caso a través de los diversos periódicos, fue tomando conocimiento efectivo del verdadero infierno en que vivían los habitantes de aquella zona marginal de Londres. Por lo tanto, los medios de comunicación, entre ellos el diario Star, comenzaron a cumplir un rol fundamental en la toma de conciencia colectiva por parte de la sociedad y porque no también de la propia Corona, acerca de la urgente necesidad de una reforma de carácter estructural en el East End. En ese contexto, un joven escritor, futuro Premio Nóbel aficionado al debate y la ironía, envió una memorable carta al diario Star, a taves de la cual le dio un alcance impensado a los asesinatos perpetrados en Londres:"Mientras nosotros los socialdemócratas, estamos desperdiciando nuestro tiempo en la educación, la agitación y la organización, un genio independiente ha tomado las riendas en sus manos, y por el simple procedimiento de asesinar y destripar a cuatro mujeres, ha convertido a la prensa en una especie inepta de comunismo”Este joven, que se atrevió a llamar “genio independiente” a Jack The Ripper, haciendo referencia al mismo como si fuera un avocado reformador social, algo en cierto sentido escandaloso para la moral inglesa de ese entonces, y que en el fondo encerraba una gran verdad, no fue otro que el genio “indiscutido” de George Bernard Shaw. Reformador social o no, lo cierto es que los crímenes de Whitechapel ayudaron a concientizar a la opinión pública acerca de la exclusion social, y a partir de los mismos, se empezaron a implementar medidas tendientes a mejorar la calidad de vida de los habitantes en East End de Londres.-E.-

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